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24/11/2020 | EAPN - Actualidad
La pandemia de la COVID-19 ha creado una crisis económica, sanitaria y social sin precedentes en nuestra historia reciente que está afectando en mayor medida a las mujeres. A esto se suma la masculinización de la recuperación económica y una feminización de la pobreza en todos los indicadores de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2019.
Más de seis millones de mujeres se encuentran en situación de pobreza o exclusión social, según el X Informe del Estado de la Pobreza en España de EAPN-ES. Además, la diferencia en la tasa AROPE (At-Risk-Of Poverty and Exclusion) entre hombres y mujeres ha crecido hasta casi dos puntos y en la mayor parte de los indicadores de pobreza y/o exclusión, la tendencia al deterioro de la situación de las mujeres con respecto a los hombres es clara.
En este contexto, la violencia de género tiene un impacto mayor en las mujeres pobres. Por un lado, por la falta de autonomía económica que les permita salir de la situación de violencia y, por otro, porque ser víctima de violencia de género es uno de los factores que pueden llevar a las mujeres a situaciones de pobreza y exclusión social.
Por ello, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, EAPN-ES publica un Manifiesto con el objetivo de reivindicar la necesidad de “desarrollar políticas y medidas apropiadas para prevenir y erradicar la violencia de género y, consecuentemente, las causas y las formas de pobreza que les afectan de manera específica. Es una cuestión de derechos humanos y de democracia”.
“Es importante que, en este día, las entidades sociales que luchan contra la pobreza incorporen el enfoque de género y observen especialmente la violencia que muchas veces afecta a las mujeres en situaciones de mayor vulnerabilidad, en ocasiones sin ser ellas conscientes de ello.”, explica Graciela Malgesini, responsable de Incidencia Política de EAPN-ES.
La violencia contra las mujeres es un obstáculo para alcanzar la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar a nadie atrás, lograr la igualdad efectiva y el respeto de los derechos humanos.
“La lucha contra la violencia de género hacia las mujeres debe seguir siendo una prioridad de los poderes públicos y de toda la sociedad. Entre los muchos efectos de la pandemia por la COVID-19, el retroceso de lo conseguido por las mujeres en las últimas décadas en todo el mundo puede ser una realidad. Las decisiones políticas, sociales y económicas que ahora se tomen marcarán el futuro. El reto es enorme, pero merecerá la pena”, señala Bakea Alonso, coordinadora del Grupo de Género de EAPN-ES.