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25/10/2021 | EAPN - Actualidad
El impacto social de la COVID-19 ha sido mayor en la población en situación de vulnerabilidad y ha generado un incremento elevado de la Privación Material Severa en España, pero también de la pobreza severa, aunque ésta se haya contabilizado todavía con elementos de renta de 2019. Esto significa que ha aumentado la población con ingresos por debajo de 534 euros al mes y, especialmente, aquellas personas que no pueden realizar consumo regular de productos y servicios básicos.
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) presentó recientemente su XI Informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008 – 2020’ en el marco conmemorativo del 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Los datos corroboran que el impacto social de la pandemia ha sido mayor entre población que ya se encontraba en situación de elevada vulnerabilidad en 2019. Al inicio de la pandemia, 4,5 millones de personas en España, esto es un 9,5 % de la población, vivía en situación de pobreza severa, lo que venía a ser un millón de personas más que en 2008. Somos conscientes de que los datos oficiales de pobreza severa del próximo año, cuando se contabilice con elementos de renta de 2020, pueden verse incrementados sensiblemente.
Por otro lado, la Privación Material Severa aumenta casi un 50% en el último año, afectando a 3,3 millones de personas. Este indicador se ha incrementado para toda la población en 15 de las 17 comunidades autónomas (no aumenta en Castilla - La Mancha y Aragón) y para todos los grupos y segmentos analizados.
El de Privación Material Severa es el único indicador de la Tasa AROPE que sí recoge el impacto social de la COVID-19, puesto que se realizó mediante encuestas entre los meses de septiembre a diciembre de 2020. Por otro lado, el indicador de umbral de pobreza (que incluye pobreza severa) se realiza mediante elementos de renta de 2019, al igual que el indicador de Baja Intensidad de Trabajo en el Hogar (BITH).
Actualmente, sufren privación material severa casi uno de cada diez niños, niñas y adolescentes; una de cada siete personas que viven en familias monoparentales; una de cada cuatro personas extranjeras provenientes de países no UE y una de cada 20 españoles o españolas.
También se incrementa el porcentaje de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes, que pasa del 7,8 % al 10 % de la población, es decir, 4,73 millones de personas; la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social (AROPE), pasa del 25,3 % hasta el 26,4 % y afecta a 12,4 millones de personas en España.
Respecto a la desigualdad, la renta del 20% más rico de la población es 5,8 veces más elevada que la del 20% más pobre. En términos europeos, la desigualdad registrada por este indicador para el año 2019, último dato disponible, es la sexta más alta de los 28 países de la Unión Europea, sólo inferior a la de Bulgaria, Rumanía, Letonia, Lituania e Italia.
A pesar de que la lucha contra la pobreza es una cuestión de defensa de derechos sociales básicos a garantizar los 365 días del año, así como del cumplimiento de los objetivos establecidos en los compromisos internacionales firmados por España y en la propia Constitución Española, nuestro país va a tener difícil alcanzar las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2030, el Pilar Europeo de Derechos Sociales y la Carta Social Europea revisada, si no realiza un esfuerzo suplementario para cumplir los objetivos, más aún en un contexto de crisis como el actual.
En el acto conmemorativo del Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza celebrado el pasado 15 de octubre en Madrid, el presidente de la EAPN-ES y la EAPN Europa, Carlos Susías, hacía hincapié en que para conseguir resultados diferentes respecto a la crisis de 2008, tendríamos que hacer cosas diferentes: “La pobreza en España tiene un carácter estructuralmente elevado, como también un carácter estructural en España es el no responder con medidas específicas contra la pobreza. La pobreza es transversal y afecta a diferentes colectivos y realidades, y además es un problema grave que las personas viven hoy, en el día a día. Por tanto, a ello se suma el desgaste emocional y físico diario para el que se necesitan respuestas inmediatas. Y a pesar de todas las dificultades y de que queda mucho margen de mejora, no puedo imaginar lo que hubiera sido para las personas no haber tenido el escudo social que se ha tenido en esta crisis, frente a la de 2008”.
En su discurso conmemorativo, Carlos Susías incidía en la necesidad de avanzar hacia un sistema estatal de Servicios Sociales de calidad para la ciudadanía y en el desarrollo de la Estrategia Nacional de lucha contra la Pobreza: “Una realidad de pobreza estructural tal elevada como la de España, requiere cambios estructurales desde Servicios Sociales, Empleo, Educación, Sanidad y Vivienda, entre otros. El Ingreso Mínimo Vital es el mayor avance tras la Ley de Atención a la Dependencia, pero tiene que funcionar mejor. Está lejos de alcanzar al número objetivo de familias previstas inicialmente. Es una cuestión de justicia social y de inteligencia económica. Necesitamos también una Ley de Vivienda acompañada de un Plan de Vivienda, y también de elementos de protección a la familia, como medidas para luchar contra la pobreza infantil, la feminización de la pobreza o la pobreza de las familias monoparentales. También necesitamos una Ley de Familias con apoyos a la crianza que vayan más allá del Ingreso Mínimo Vital, así como medidas de carácter fiscal que luchen contra la economía sumergida, y una fiscalidad justa y no discriminatoria. Además, en esta pandemia los sistemas de salud y educación han funcionado, con dificultades, pero de forma generalmente óptima; y necesitamos ahora un sistema público de servicios sociales de calidad para la ciudadanía, que funcione no sólo para las personas en riesgo de exclusión, de lo contrario tendremos unos pobres servicios sociales para atender a las personas pobres. Todo esto y mucho más debería estar bien coordinado y la Estrategia Nacional de Lucha contra la Pobreza es un buen instrumento, pues toca a todos los ministerios. Pedimos un gran paso adelante para el avance en esta Estrategia. Y todo el Tercer Sector trabajará en esta dirección”.
“No hay derecho que las crisis, sean financieras o sanitarias, siempre las paguemos las mismas personas” interpelaba por otro lado a las autoridades el coordinador del grupo de participación de la EAPN-ES, Javier Pérez, en el acto conmemorativo del Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza.
Por su parte, Gisselle García, del grupo de participación de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión hizo hincapié en la delicada situación de algunos colectivos: “Hay muchas realidades y colectivos afectados por la pobreza en España, pero especialmente grave es el de la niñez. Después de Bulgaria y Rumanía, España es el país con mayor número de niños y niñas empobrecidos, muy lejos de la media de la UE. Y esto afecta a la riqueza de un país, puesto que un niño o niña que ha vivido su infancia y adolescencia en pobreza, difícilmente va a recuperarse sin ayuda”.
Para acceder al Informe completo: