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11/07/2024 | EAPN - Actualidad
Empieza el verano y cada día nos llegan titulares sobre el impacto del calor en hogares, barrios y ciudades. Por un lado, existen recopilatorios que señalan 2023 como el año más caluroso de la historia a nivel mundial (según información de la NASA), o el tercero en España desde 1961, cuando comenzaron las mediciones. Y, por el otro, llegan proyecciones para los próximos meses nada halagüeñas: la AEMET calcula que estaremos unos dos grados por encima de la media y que los fenómenos meteorológicos extremos serán más y de una mayor envergadura.
Desde la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) se señala el aumento de aquellos hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada. La pobreza energética se ha ido convirtiendo en un problema estructural que se agrava cada año. Según datos del XIV Informe 'El Estado de la Pobreza' 2024 de EAPN-ES, hay más personas pobres con dificultades para tener una temperatura adecuada en su vivienda: un 43,1 % para mantenerla lo suficientemente fresca en verano y un 38,5 % cálida durante los meses fríos.
En este contexto, desde Futuro en Común se ha impulsado la campaña 'Operación Botijo', con el objetivo de movilizar a la sociedad hacia prácticas de enfriamiento sostenibles y accesibles, que son eficientes por su bajo o nulo consumo energético. Esta acción busca apoyar también a las personas en situación más vulnerables frente a los efectos de la emergencia climática, y a que vecinas y vecinos en los barrios, pueblos y ciudades sean partícipes en la adaptación al cambio climático en sus comunidades e, incluso, a la mitigación de sus efectos. A continuación se incluyen las medidas propuestas:
MEDIDAS INDIVIDUALES
Más allá de ventiladores o aires acondicionados, la actuación sobre varios elementos presentes en las casas pueden rebajar la temperatura en su interior, de forma bastante sencilla y energéticamente eficiente:
- Cortinas y ventanas. En las horas de más calor, es recomendable cerrar ventanas y bajar persianas. Se podrán abrir durante la noche cuando las temperaturas del exterior bajen y puedan refrescar el interior de las casas. En cuanto al cortinaje, cuanto más tupido mejor puesto que evitará que el calor exterior penetre y, en cualquier caso e independientemente de su grosor, una buena medida es tener a mano un difusor con agua y rociar las telas a primera hora de la mañana o al volver a casa tras el trabajo. Gracias a la evaporación del agua, el calor se invertirá y se refrescará el interior.
- Sábanas. Es mejor usar material de algodón y cambiarlas a menudo.
- Trapos. Puedes remojar trapos con agua fría y ponerlos cerca de ventiladores o zonas de corriente de aire en las horas más frescas.
- Luces. La iluminación con led, además de consumir mucho menos, ayuda a no calentar los hogares, ya que bombillas y plafones no aumentan su temperatura, al contrario de las halógenas.
- Electrodomésticos. Por la misma razón, para que la energía necesaria para su funcionamiento no caliente las estancias, es más recomendable poner el lavavajillas o la lavadora en horas nocturnas, programando sus ciclos si es posible.
- Uso de cocina. Asimismo, al encender fuegos y placas, la temperatura aumenta por lo que, durante su uso, es recomendable mantener la puerta cerrada.
- Vegetación. Tanto en interior como en exterior (ventanas, terrazas, tejados o fachadas), la presencia de plantas contribuirá a refrescar los ambientes. Puedes hacer que tu fachada regule más el calor si pones plantas y las riegas bien prontito. También puedes optar por hablar con tu comunidad y poner una envoltura vegetal. Descubre aquí algunos consejos.
MEDIDAS COLECTIVAS
Las soluciones anteriores son fácilmente aplicables a espacios públicos, ya que responden a los mismos principios físicos y pueden contribuir a disminuir la temperatura de calles y plazas:
- Sombras. Espacios protegidos de la luz directa son fundamentales para evitar golpes de calor, e incluso pueden bajar la temperatura ambiente. Toldos, pantallas solares, sombrillas y vegetación son las más utilizadas en calles y plazas.
- Reverdecimiento de zonas urbanas. No sólo para proporcionar un techo bajo el que guarecerse, sino que la presencia de más vegetación en las ciudades consigue bajar la temperatura ambiente varios grados por el principio del enfriamiento evaporativo, que consiste en que liberan el agua que contienen sus hojas haciendo que esta se evapore y refrescando la zona a su alrededor, de la misma forma que el difusor de agua en cortinas interiores.
- Reducción del tráfico rodado. El asfalto alcanza altas temperaturas al no ser capaz de absorber el calor, es por ello que es una buena idea reducir los espacios destinados al tráfico o pedir pavimentos transpirables que permitan reducir las emisiones de calor. Hacerlo supone mejorar la temperatura ambiente pero también los gases que emiten los vehículos y que participan significativamente en el cambio climático.
Estas propuestas, acciones e iniciativas ayudan a mitigar las altas temperaturas tanto a nivel individual en los hogares como de forma colectiva a través de propuestas de urbanismo climático. De forma especial, el reverdecimiento de zonas comunes, la apertura de refugios climáticos o las replanificaciones urbanas se ha demostrado que contribuyen significativamente para hacer las ciudades más vivibles en los meses de verano.