
La feminización de la pobreza es un término que se refiere a dos situaciones relacionadas con las realidades de pobreza que viven las mujeres:
Este concepto pone en el centro las desigualdades estructurales de género, al señalar cómo están arraigadas en el sistema social, económico y cultural, lo que tiene como efecto que las mujeres sean más vulnerables tanto a la pobreza en sí misma como a sufrirla con más intensidad.
Las causas de esta mayor prevalencia e intensidad de la pobreza en las mujeres son variadas y complejas y están vinculadas a un conjunto de factores interrelacionados y derivados del sistema desigual de género, como la discriminación en el acceso al empleo, la precariedad laboral, la sobrecarga de los trabajos de cuidados no remunerados, la escasez de apoyos estructurales a las familias, las brechas en la protección social o las violencias hacia las mujeres.
Para poder conocer la realidad de pobreza y exclusión social de las mujeres y así erradicarla, resulta fundamental atender primero al análisis y puesta en relación, al menos, de estos factores y causas.