En la percepción general, se suele pensar que la pobreza es un asunto secundario en una región próspera como es la Unión Europea. Sin embargo, la realidad es diferente. La encuesta del Eurobarómetro de abril de 2024 reflejó que un tercio de la población de la UE consideraba la lucha contra la pobreza y la exclusión social (33 %) como el tema principal al que debería dar prioridad el Parlamento Europeo en la presente legislatura.
Esta preocupación es, sin duda, producto de unas tasas de pobreza y exclusión social que se han mantenido altas y constantes en toda Europa en las últimas décadas (21,3 % en 2023, según Eurostat), lo que refleja un fenómeno estructural derivado del sistema social e influenciado por el contexto político, económico y cultural en el que vivimos.
Durante el V Congreso Europeo contra la Pobreza organizado por EAPN-ES en mayo de 2024, el relator de Naciones Unidas sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos, Olivier De Schutter, señalaba la lucha contra la pobreza como “la mejor forma de fortalecer la democracia”. En este sentido, y gracias a una constante labor de negociación no exenta de tensiones, los Estados miembro de la UE han consensuado abordajes coordinados a las múltiples crisis surgidas en los últimos años, las cuales habían puesto en peligro la consecución de los compromisos internacionales adquiridos para esta década, fundamentados en el respeto y la salvaguarda de los derechos humanos.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señala en su Objetivo 1 la erradicación de la pobreza, en todas sus formas y dimensiones, como el mayor desafío al que se enfrenta el mundo en las presentes décadas. Sin duda, la salida de las últimas crisis por la vía de derechos ha sido el camino correcto, pero frente al contexto actual de incertidumbre política y económica, a la crisis ecosocial, y al aumento de la intolerancia, la aporofobia y de los discursos de odio -especialmente contra las personas migrantes-, es urgente una apuesta firme por políticas sociales a todos los niveles, que garanticen la paz, los valores democráticos, los derechos humanos y una vida digna para todas las personas.
En este contexto, el Foro Anual Europeo contra la Pobreza, la Desigualdad y la Exclusión Social: garantía de derechos y nuevos retos para el modelo social europeo busca generar espacios de cooperación y análisis de propuestas en temas que afectan a la pobreza y a la exclusión social, con el objetivo de influir en las políticas públicas orientadas a ámbitos como la garantía de ingresos, sistemas de rentas mínimas, y empleos y pensiones públicas de calidad, como herramientas de lucha contra la desigualdad y la pobreza.
Los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como los niveles de garantía que existen para su ejercicio, están determinados por las características y el nivel de compromiso que adquieran gobiernos e instituciones, trabajando para ello en colaboración estrecha con las entidades del Tercer Sector.
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